Médica, esposa, madre, abuela, como todas las mujeres de esta época me toca desempeñar distintos roles en mi vida.
Desde antes de egresar de la Facultad de Medicina, ya sabía que me interesaba todo lo relacionado con la salud de la mujer, por este motivo cuando tuve que elegir la especialidad para la residencia médica me inscribí en Obstetricia y Ginecología.
Pasaba el tiempo, y me iba dando cuenta que lo que más me gratificaba del ejercicio de mi profesión, era la atención en consultorio, donde podía mantener un contacto más directo con las pacientes.
También fui descubriendo que si bien la medicina ocupaba un lugar importante en mi vida, había otras cosas de las que disfrutaba mucho, como pasar momentos con mi familia, un rato de charla con amigos, los días de sol, contemplar el mar, recorrer exposiciones de pintura o escuchar un concierto.
Hace un tiempo largo una paciente a la que atendía hacía varios años me dijo: “doctora venir a la consulta con usted es como venir a charlar con una amiga”, frase que me hizo darme cuenta que a través del diálogo para explicarles a mis pacientes los diagnósticos, también lograba que me contaran sus problemas, alegrías, penas, preocupaciones. Sentí que así me acercaba a ellas no sólo a través de la historia clínica y del examen físico, sino también escuchándolas, cosa que me sirvió y me sirve para crecer profesional y humanamente.
El deseo que siempre tengo de explicarles con sencillez a mis pacientes los que les pasa con su salud, me llevó a pensar en hacer una página en Internet, para poder transmitirles a las mujeres información científica en términos sencillos, que las ayude a llegar a la consulta más informadas, lo que creo que mejora la relación con el médico.